Terapia Neural

La terapia neural busca neutralizar las irritaciones que afectan el tono neurovegetativo y desencadenan o catalizan enfermedades. Esta neutralización se logra mediante la aplicación de un anestésico local (generalmente procaína) en bajas concentraciones específicamente en los sitios donde el sistema nervioso vegetativo ha sufrido lesión o agresión. Además de la procaína, en la Clínica Salud Protección IPS se utiliza la medicina alemana que combina la procaína con otros medicamentos para intervenir efectivamente en las dolencias de los pacientes. Se eliminan bloqueos que alteran el intercambio de información y generan estímulos irritantes en la red nerviosa, con el objetivo de reactivar los mecanismos de regulación para que sea el propio organismo quien produzca sus propias reacciones autocurativas y desarrolle su actividad conduciendo a un nuevo orden mediante su propia fuerza vital. Por eso, se complementa con medidas higiénico-naturistas.
Tradicionalmente, en la terapia neural, el anestésico local procaína desempeña un papel central debido a su capacidad repolarizante a nivel de la membrana celular, que es más significativa que su capacidad como anestésico local. Para la anestesiología clínica, donde se busca más un perfil de anestésico propiamente dicho, la procaína ha perdido importancia al ser superada ampliamente en dicha acción por otros anestésicos locales. Además, desde un punto de vista exclusivamente anestésico, la procaína posee algunas características inconvenientes. Por un lado, se distribuye mal en el tejido en comparación con la forma más eficiente en que se difunden otros anestésicos locales. Por otro lado, la procaína pertenece al grupo de los aminoésteres, y en su metabolización por la enzima omnipresente pseudocolinesterasa se libera ácido paraaminobenzoico. Las reacciones alérgicas de algunos pacientes con frecuencia son causadas por el ácido paraaminobenzoico y no directamente por la procaína. Además, la administración de procaína (al igual que cualquier otro anestésico local) puede producir los típicos efectos secundarios observados en este grupo de sustancias, como alteraciones del ritmo cardíaco y síntomas asociados al funcionamiento del sistema nervioso central, desde menores hasta estados convulsivos generalizados. Aparte de la procaína, también se utiliza lidocaína o prilocaína. Desde el punto de vista de la terapia neural, estas limitaciones no se consideran motivo de mayor preocupación. Una ventaja de la terapia neural es que se utilizan bajas concentraciones de anestésicos locales (procaína) y en pequeñas cantidades, a diferencia de la anestesiología, que para lograr bloqueos anestésicos debe inyectar anestésicos más potentes y en mayores cantidades. Esta particularidad reduce en gran medida los efectos secundarios asociados al anestésico.
CON ESTAS APLICACIONES SE BUSCAN 3 COSAS BÁSICAMENTE
1) Desintoxicar los tejidos enfermos
2) Incrementar la efectividad de ciertas drogas utilizadas en los tratamientos habituales de  esas afecciones y de algunos otros complementos  nutritivos que se administran con frecuencia en los enfermos crónicos.
3) Incentivar la auto curación del cuerpo
Los procedimientos más frecuentemente utilizados en la práctica de la Terapia Neural abarcan: inyecciones de Procaína  a nivel de quemaduras, cicatrices, ganglios, glándulas, trayecto de nervios periféricos y puntos de acupuntura.
Los procedimientos más frecuentemente utilizados en la práctica de la terapia neural abarcan: inyecciones de procaína a nivel de quemaduras, cicatrices, ganglios, glándulas, trayecto de nervios periféricos y puntos de acupuntura.
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